Otra de las múltiples bellas estampas que el visitante se puede encontrar en la zona más antigua es el campanario (Belfort), una estructura de 83 metros de altura que data del siglo XVIII (sus orígenes son medievales, pero el anterior edificio fue destruido, pasto de las llamas) y que alberga un carillón con 47 campanas. Para los más atrevidos, existe la posibilidad de subir a lo alto del edificio, para lo que deberán superar los 366 empinados escalones que conducen a dicho lugar, aunque, por las vistas panorámicas, el esfuerzo merece la pena.
El campanario se encuentra en “Markt” (plaza del mercado) la plaza con más sabor e interés turístico de la ciudad, ya que en ella se encuentra el magnífico Palacio Provincial y una imponente colección de fachadas que pasaron de ser viviendas y casas gremiales a convertise en terrazas para complacer al sediento y hambriento visitante.
En frente del Belfort se encuentra los quioscos típicos de patatas frítas de la ciudad, de conocida fama mundial.
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